En la sala de psicomotricidad nos encontramos dos brujas sentadas a oscuras detrás de un caldero. No venían a asustarnos de eso nada, resulta que vinieron a contarnos un divertido cuento, y les tuvimos que ayudar a fabricar "chuches" en ese caldero.
Nuestras caras reflejan la atención que pusimos a su historia, gracias brujas...volver cuando querais.
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